¡Ya tenía demasiadas ganas de poder sentarme otra vez tranquilamente a escribir una entrada! Siento como que la última la escribí hace siglos, aunque realmente no pasara tanto tiempo. Últimamente, en mis ratos libres, estoy investigando sobre el folclore y mitología de ciertos países y etnias: sus fiestas, sus disfraces ceremoniales, sus antiquísimas historias... Y pensé que Mongolia era muy rica en todo esto, por lo que la información sería abundante, y no me equivocaba. Me resulta un país tan bonito y tan beneficiado culturalmente hablando; tanto como infravalorado, ya que se encuentra a la sombra de sus vecinos asiáticos en cuanto a popularidad, y es que no debería ser así.
Hoy, a través de las palabras, os invito a uniros bajo los tapices y alfombras de nuestro yurta imaginario, con la inmensa estepa a nuestro alrededor y las estrellas de la noche en un cielo despejado sobre nosotros, a conocer, aunque signifique un grano de arena en la historia del mayor imperio del mundo, más sobre la Mongolia tradicional.
¡Tomad asiento!
Mitología y folclore de Mongolia
"Hace muchos años, Dios le dio cuernos al camello en recompensa a la bondad de su corazón.
Pero un día, vino un ciervo pícaro pidiendo que le prestara sus cuernos; quería adornarse para una celebración en el oeste. El camello confió en el ciervo y le dio sus cuernos, pero el ciervo nunca se los devolvió. Desde entonces, los camellos miran el horizonte, esperando el regreso del ciervo".
Relato mongol
Como en muchas otras culturas, los mongoles poseen varios mitos sobre cómo se creó nuestro planeta, así que me parece lógico comenzar con ellos.
En uno de estos mitos, la creación del mundo es atribuida a Lama, un maestro espiritual, alguien capaz de mostrar a otros el camino inequívoco a la liberación y la iluminación.
En el principio de los tiempos, solo había agua. Junto con una barra de hierro, Lama descendió del cielo y, con la misma, comenzó a remover esas aguas. Gracias a la agitación, salió fuego y viento, lo que provocó un engrosamiento de tierra en el centro del agua.
Otro mito sobre la creación es que el mundo comenzó con un gas que crecía y se hizo cada vez más humedo, más caliente. Esto generó unas fuertes lluvias que dieron lugar a los mares y océanos. El polvo y la tierra emergieron de las profundidades.
Otro más, personalmente mi favorito, cuenta que Buda Sakiamuni buscaba entre las aguas una manera de poder crear la tierra firme, cuando localizó una rana dorada. Buddha perforó al anfibio por el costado, haciendo que girara y quedara orientada hacia el Norte. Entonces, una ráfaga de fuego surgió de la boca del animal, además de agua. Buda tomó un poco de arena dorada y la esparció y frotó por la espalda de la rana, lo que se transformó en tierra. Así, nacieron los cinco elementos terrenales: el fuego, el agua, la arena y la madera y metal de la flecha.
Todos estos mitos datan del siglo XVII, por lo que no son tan primitivos como los de otras culturas.
Mongolia también es destacable gracias a su chamanismo y el poder de quienes lo practican.
El cosmos del chamán mongol es de estructura esencialmente vertical, formada por el cielo Azul Eterno encima y la Madre Tierra debajo. El padre de los cielos es el gobernante de de noventa y nueve reinos: cincuenta y cinco situados al oeste y cuarenta y cuatro al este.
El terreno de Madre Tierra se compone por setenta y siete tngri (reinos). Todos están conectados entre sí y sostenidos por una red de vida en la que todos los seres vivos, tanto los de arriba como los de abajo, cumplen con un papel. En su conjunto, todo tiene forma de árbol cósmico con ramas que se extienden hasya el último rincón. Los chamanes suben por el árbol gracias a los agujeros que hay por la madera de las ramas.
Los chamanes conocen a los espíritus de la caza y al dios de los héroes, así como a quienes protegen a los caballos y vacas; y a la estrella del destino que, aunque nacida en el sur, mora en el cénit, es decir, en el punto culminante. Son una figura misteriosa: el que ve lo invisible, el que explora otros mundos, el mensajero de los espíritus y el médico del alma humana. Tras aprender de los espíritus cómo morir y renacer, cómo sanar y profetizar, los chamanes prestan servicio a su comunidad a través de sus habilidades únicas. Para un chamán, el universo no es un mecanismo inútil, sino una existencia consciente, rebosante de inteligencia y fuerza vital.
El chamanismo es la expresión de espiritualidad más temprana de la humanidad. Mongolia, Siberia y el resto de Asia fueron la cuna del chamanismo clásico y del término moderno en sí. Se acepta que la palabra "chamán" procede del pueblo tungús, primos de los mongoles, aunque existe cierto debate sobre el origen del término.
Mongolia fue convertida al budismo tibetano en dos ocasiones. En el siglo XIII, Kublai Kan, nieto de Gengis Kan, junto con miembros de su corte, abrazó la religión al convertirse en gobernante d eun imperio que se extendía desde China hasta las puertas de Europa. Trescientos años después, prácticamente toda la población era budista. Desde la introducción del budismo en Mongolia, los ritos chamánicos fueron perdiéndose.
Las fuerzas caóticas de la naturaleza, temidas y honradas por la tradición chamánica, encajaban armónicamente en el modelo cosmológico indio bajo la influencia del budismo. El clero budista adoptó los antiguos ritos chamánicos; se entremezclaron con su liturgia y su simbolismo. Los monjes adornaban sus templos con objetos tan arcaicos como la flecha de adivinación del chamán, el espejo mágico y trozos de cristal de roca. De los bordes de la túnica de los chamanes, derivaron las vestimentas teatrales para las danzas del águila, el ciervo, la onza y el esqueleto.
El águila del chamán empezó a identificarse con el semidiós indio Garuda.
Se contaba que el ciervo fue el primeor en oír las enseñanzas del señor Buda en el parque de Varanasi; la onza se identificó con el monte en el que habitaban deidades budistas como Vairocana o Manjusri.
Los esqueletos danzantes se convirtieron en guardianes del osario sagrado de Vajrayana.
Garuda
Ocasionalmente, los sacerdotes budistas tomaban el rol de portavoz oracular de las deidades chamánicas y se apropiaron del arco y las flechas o del tambor del chamán; del amplio sombrero ribeteado de piel y de la túnica del hechicero del sombrero negro (zhva nag), festoneada de símbolos chamánicos del árbol cósmico, del sol y la luna, las cintas similares a serpientes y el espejo de la adivinación, con rebordes de hueso, piel y plumas.
En Mongolia y, sobre todo, sus personas mayores, cuentan múltiples leyendas y relatos.
Entre la tribu de los jalja, los auténticos heredos de Gengis Kan, quienes se encuentran en Mongolia Exterior, existe la creencia de que proceden del amor entre un espíritu de naturaleza chamánica y una vaca.
Al haber nacido el primer jalja de una vaca y haberse alimentado de su leche, la tribu heredó una inclinación natural por la ganadería, lo que les llevó a vivir una vida nómada. Para no olvidar el origen de su existencia, las mujeres casadas de esta tribu llevan el cabello con raya en medio y curvado hacia fuera, endurecido con grasa de cordero y en forma de cuernos. Además, sus ropas son notables por la proyección hacia arriba de sus hombros, que recuerdan a las jorobas del ganado vacuno.
Un relato relacionado con la música. Érase una vez, una pastorcilla que era cortejada por un príncipe de los cielos durante la noche, cuando acudía a visitarla. Cada mañana, al amanecer, su amante desaparecía en las profunidades del cielo a lomos de su caballo, capaz de volar. Para mantenerlo junto a ella, la joven cortó las plumas de las alas del caballo. Un día más, el príncipe, al intentar ascender a los cielos, cayó al desierto con su caballo y este último murió. Perdido en el eterno desierto, el príncipe ya no pudo visitar a su amor ni regresar a casa. Haciéndose un violín con los huesos del caballo, el muchacho se convirtió en un bardo errante. Hasta hoy, los violines mongoles se fabrican con una cabeza de caballo.
Cuando el mundo era joven, el rey de todos los seres voladores ordenó a la avispa y a la golondrina que probaran el sabor de la carne de todos los seres vivientes. Los dos súbitos debían regresar por la noche y explicar cuál era la carne más dulce y más adecuada para la dieta de un rey. Como hacía un día precioso, la golondrina se perdió, distraída por su propia alegría, cantando y volando por el cielo azul. Por su parte, la avispa cumplió la orden y se pasó el día picando a cuantos encontraba, probando su sangre.
Cuando los dos animales se reunieron, antes de presentarse al rey, la golondrina le pidió su opinión a la avispa.
"Sin ninguna duda, la comida más dulce es la carne humana". respondió el insecto.
Temiendo que aquel veredicto causase futuros problemas, la golondrina le arrancó la lengua a la avispa con su pico, y cuando el rey le preguntó aquella noche, lo único que pudo hacer fue zumbar incoherentemente.
"Majestad, hemos llegado a la conclusión de que la mejor carne para un rey es la de una serpiente", aseguró el ave.
Y, hasta la actualidad, el águila y halcón, descendientes de aquel ancestral rey de todos los seres voladores, les encanta comer serpientes.
Las leyendas sobre el rey Gesar son muy conocidas en la región de Mongolia y Tíbet.
Se trata, fundamentalmente, de una tradición oral: los bardos vagabundos recitan, escenifican y cantan numerosos episodios que exaltan el valor, la astucia y los poderes mágicos del héroe. En la actualidad no existe constancia escrita completa del enorme ciclo de narraciones sobre esta figura legendaria, pero se calcula que su extensión es cinco veces superior a la de la Biblia.
En su forma actual, el ciclo de Gesar está impregnado por la ideología y las mitologías del budismo, pero mantiene recuerdos de muchos dioses chamánicos más antiguos, como poderosas deidades de las montañas o espíritus menores de los lugares en los que se desarrollan las narraciones, y son estos seres quienes asignan a Gesar su misión en la tierra. Amargados por su mala suerte y enfadados con los dioses y con sus adoradores, una anciana y sus tres hijos mueren maldiciendo todas las religiones. Destinados a convertirse en monstruos demoníacos en las vidas venideras, estas cuatro personas representan una amenaza insólita para el orden y la armonía de la humanidad. Los dioses eligen a Gesar para que descienda de los cielos y se enfrente a estos demonios y sus sucesores en la tierra. Al principio, Gesar no parece muy dispuesto a acatar las órdenes de los demás dioses e intenta eludir la encarnación, diciendo que llevará a cabo su misión únicamente si se cumplen ciertas condiciones "imposibles".
"Exijo que mi padre sea un dios y mi madre una diablesa-serpiente (klu)", pide.
"Quiero un caballo inmortal que pueda volar por el cielo y hablar las lenguas de todos los hombres y animales. Deseo una silla recamada de joyas y un casco, una armadura y una espada que no sean de manufactura humana, así como un arco y unas flechas de origen milagroso, y compañeros fuertes y heroicos. También quiero una esposa, tan bella que cuantos la vean entren de buena gana a su servicio, y un tío cuyas inteligentes estratagemas me permitan ganar todas las batallas. Por último, exijo que cuantos de vosotros vayáis a permanecer aquí cómodamente durante mi ausencia me vigiléis y protejáis en todo momento y acudáis en mi ayuda siempre que la solicite".
Satisfechas todas las condiciones, a Gesar no le queda más remedio que iniciar su viaje a la tierra.
Gesar nace de un huevo blanco con tres manchas en forma de ojo que salen de la cabeza de su madre, circunstancia que se emparenta con los mitos chamánicos de los orígenes. Precedido por excelentes augurios, llega a la tierra con tres ojos, pero su madre, aterrorizada, le saca uno inmediatamente.
Aunque su tarea consiste en restablecer el orden y la armonía en el mundo, a Gesar se le olvida con frecuencia tras sus victorias y su ángel guardián (identificado actualmente con un dakim budista) tiene que recordársela. Si bien está saturado de elementos mágicos y divinos, el ciclo tiene firmes raíces en la experiencia humana y muchos tibetanos siguen asegurando hoy en día ser descendientes de los personajes de la narración, incluso de Gesar.
Tras una vida de aventuras como implacable rey guerrero que sofoca -i injusticia allí donde la encuentra, Gesar y sus compañeros se retiran meditar a unas cuevas situadas en las laderas de la montaña sagrada, Margye Pongri. Al cabo de tres años o más, tras haberse purificado mediante ritos religiosos de los efectos negativos de toda una vida de guerra y derramamiento de sangre, Gesar regresa al cielo sabiendo que algún día tendrá que volver a la tierra, porque no se puede erradicar permanente el mal de este mundo.
El rey Gesar, sus aventuras hablan de traiciones, engaños, cobardía, avaricia, envidia y otros defectos humanos, y se desarrollan de forma impredecible.
Cuando cantan "La lengua del gato está manchada y el pelo del perro está sucio", los chamanes recuerdan lo sucedido hace mucho tiempo, cuando los mares del mundo todavía eran de barro y las montañas aún eran colinas. Por aquel entonces, Dios hizo con arcilla al primer hombre y a la primera mujer. Mientras él iba a recoger las aguas de la vida eterna de la fuente de la inmortalidad, puso a un gato y a un perro para vigilarlos. Sin embargo, cuando él estaba lejos, el demonio burló a los guardianes ofreciéndoles leche y carne, y, cuando estaban distraídos, orinó sobre la nueva creación de Dios.
Al encontrarse estropeada la hermosa superficie de su obra, Dios se enfureció y ordenó al gato que lamiera, menos el pelo de la cabeza. La áspera lengua del felino se llevó todos los pelos sucios que pudo, dejando algunos pelos manchados en el pecho y en la ingle.
Cuando el gato terminó, Dios llamó al perro, y, a continuación, él mismo lavó su obra de arcilla con las sagradas aguas de la eterna juventud, mas pese a todo, no consiguió conferirnos la inmortalidad por culpa de la profanación del demonio.
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Dioses de Mongolia
Al igual que otros pueblos, los buu o chamanes de Mongolia participan en una ceremonia que marca el solsticio de verano en las praderas que se extienden por el país. Se cree que actualmente hay más de diez mil chamanes mongoles.
Esta ceremonia estuvo prohibida durante setenta años bajo el régimen comunista, pero actualmente es una práctica protegida por la constitución de Mongolia desde 1992.
En ella, los seguidores del chamanismo aceptan el arroz que les ofrecen como una bendición; los chamanes rezan durante un ritual de bendición y estos seguidores muestran sus ofrendas alimenticias.
Se prepara leche en una gran olla, de la que los participantes extraen un poco cada uno mediante una paleta o tazas con el fin de lanzarla al aire en símbolo de ofrenda.
Los chamanes se reúnen para un ritual de fuego destinado a convocar los espíritus. Se cree que los chamanes son elegidos por sus espíritus ancestrales para servir como un conducto para el mundo de los vivos. En estos rituales de fuego, los chamanes golpean sus tambores con fuerza y esmero.
Además, el arpa bucal o khel khuur se usa para invocar espíritus durante las ceremonias del sol.
Los tocados y las arpas de la boca están pensados como herramientas para permitir a los espíritus usar el cuerpo y las voces de los chamanes.
Y rezan.
Marzo es testigo del festival de hielo único en el lago Khovsgol. Esta época del año ofrece la rara oportunidad de experimentar uno de los inviernos más profundos del planeta con temperaturas que caen regularmente por debajo de -35 ° C. El viento puede hacer que incluso las temperaturas moderadas parezcan mucho más frías, por lo que este festival no es para corazones débiles. El encantador festival de hielo con carreras de trineos tirados por caballos, conducción de rallyes de hielo, lucha libre y tug-o’-war se llevan a cabo en el lago congelado que ofrece la luz perfecta por la tarde.
Nauryz es una celebración de año nuevo para los kazajos mongoles, muchos de los cuales viven en la provincia de Bayan Ulgii. Los kazajos llaman al mes de marzo ‘Nauryz’: este es el momento de la vida renovada que viene con la primavera. Las celebraciones no religiosas de Nauryz tienen lugar del 21 al 22 de marzo, el día del equinoccio de primavera. La gente cree que cuanto más generosa sea la celebración de Nauryz, más feliz será el año.
Un momento para resolver las rivalidades, el malestar y las deudas y luego llenar todos los recipientes de la casa con leche, airan (yogur natural), granos y agua de manantial para obtener un buen rendimiento, fortuna y mucha lluvia durante el próximo año.
Naadam se celebra todos los veranos en toda Mongolia en todas las provincias, en la mayoría de las ciudades y pueblos. Entre las celebraciones locales de Naadam se encuentran: ninguna de las colas, multitudes y contaminación del gran festival en Ulaanbaatar. Con la vestimenta tradicional, los coloridos espectadores observan a los competidores participar en los tres deportes “varoniles” de tiro con arco, lucha y carreras de caballos.
Hay dos festivales de Golden Eagle que se celebran cada año, en septiembre y octubre, respectivamente, cuando el clima comienza a enfriarse y las águilas se animan para un invierno de caza. El antiguo arte de la cetrería, tal como lo practicaban los kazajos en el oeste, se ha mantenido sin cambios durante milenios.
Los mongoles tradicionalmente temían las desgracias y creían en los buenos y malos presagios. La desgracia puede sentirse atraída por hablar de cosas negativas o por personas de las que a menudo se habla. También podrían ser enviados por algún chamán malicioso enfurecido al romper un tabú, como pisar el umbral de una yurta, profanando aguas o montañas, etc.
Los familiares más amenazados eran los niños. A veces se les da nombres como Nergui (mongol: sin nombre) o Enebish (mongol: no este), o los niños se disfrazan de niñas.
“Dado que la gente de la estepa recibió solo un nombre en la vida, su selección tenía mucho simbolismo, a menudo en varios niveles; el nombre le daba al niño su carácter, destino y destino”. Antes de salir por la noche, las frentes de los niños pequeños a veces se pintan con carbón o hollín para engañar a los espíritus malignos de que esto no es un niño sino un conejo con el pelo negro en la frente. Cuando pasan ovoos (mojones) en un viaje, a menudo se circunvalan y se sacrifican dulces o similares para tener un viaje seguro. Ciertos ovoos, especialmente aquellos en las montañas altas, se sacrifican para obtener un buen clima, evitar la desgracia y cosas por el estilo. Para un niño, la primera gran celebración es el primer corte de pelo, generalmente a una edad entre tres y cinco años. Los cumpleaños no se celebraban en el pasado, pero hoy en día, las fiestas de cumpleaños son populares. Las ceremonias de boda tradicionalmente incluyen la entrega de una nueva yurta ( ger ) a la pareja que se casa. Los familiares fallecidos solían descansar al aire libre, donde los animales y pájaros comían los cuerpos. Hoy en día, los cuerpos suelen estar enterrados.
El traje Tradicional Mongoliano consta de un sombrero, deel, botas y accesorios.
Los sombreros, uno de los artículos más coloridos y originales de la vestimenta nacional de Mongolia son los sombreros tradicionales. Los tocados mongoles diferían en forma y propósito; había sombreros para jóvenes y viejos, verano e invierno y hombres y mujeres, fiestas y ceremonias y sombreros de moda y cotidianos.
Su moda, sus adornos y colores fueron asombrosamente variados dependiendo del sexo de la persona que lo usaba, su posición social o de la tribu o nacionalidad a la que pertenecían. Hay 400 estilos diferentes. Por ejemplo, la parte superior del sombrero en forma de cono (azul o rojo) tenía 32 costuras que simbolizan la unificación de 32 tribus mongolas.
El Deel es una túnica suelta hasta la pantorrilla hecha de una pieza de material. Tiene mangas largas, cuello alto y botones en el hombro derecho. Los botones de Deel, se producen comercialmente a partir de piedras decorativas o plata, son tiras estrechas de tela atadas en nudos intrincados.
Cada grupo étnico que vive en Mongolia tiene su propio Deel individual, que se distingue por su corte, color y acabado. Antes de la Revolución, todos los estratos sociales en Mongolia tenían su propia forma de vestir. Los ganaderos vivos, por ejemplo, llevaban tacones amarillos con una capa sobre él.
Las puntas de las botas están hacia arriba y se han ofrecido varias explicaciones para este estilo poco convencional. Si las botas hubieran levantado los dedos de los pies antes de 1578, cuando el budismo se introdujo en Mongolia, este sería un ejemplo de religión que usa costumbres, creencias, etc. indígenas para apoyar el avance de su propia religión.
Otra explicación es que la punta hacia arriba evita que los pies de un jinete se salgan de los estribos. Sin embargo, también es cierto que las botas son tan gruesas y rígidas que si fueran planas, sería casi imposible entrar. Los accesorios tradicionales suelen ser de plata. Las mujeres mongolas usualmente usan un vendaje de perlas y aretes de plata con perlas. El collar no es común.
La historia secreta de los mongoles es la obra literaria más antigua que se conserva en el idioma mongol. Fue escrito para la familia real tiempo después de la muerte de Genghis Khan en 1227. El autor es anónimo y probablemente escribió originalmente en el sistema de escritura creado específicamente para el idioma mongol, pero todos los textos supervivientes derivan de transcripciones o traducciones de caracteres chinos que datan de finales del siglo XIV y fueron compilados por la Dinastía Ming bajo el título La historia secreta de la dinastía Yuan (元朝 秘史).
Esta obra es considerada como el relativo nativo más importante de Genghis Khan. Lingüísticamente, proporciona la fuente más rica de preclásico mongol y Mongol medio, por tanto, se considera una pieza de literatura clásica en el país y en el resto del mundo.
Diseño de una edición china de 1908 de La historia secreta de los mongoles. Texto mongol en transcripción china, con un glosario a la derecha de cada fila.
Contiene trece capítulos:
- Temujin origen e infancia.
- La adolescencia de Temüjin.
- Temujin destruye el Merkit y toma el titulo Genghis Khan.
- Genghis Khan lucha contra Jamukha y Tayichuid.
- Genghis Khan destruye el Tártaros y enredos con Ong Khan.
- Destrucción del Khereid.
- El destino de Ong Khan
- Escape de Kuchlug y una derrota de Jamukha.
- Establecimiento del imperio y guardia imperial.
- Conquista del Uigur y pueblos del bosque.
- Conquista de porcelana, la Tanguts, Persia, Bagdad y Rusia.
- La muerte de Temüjin y Ögedeiel reinado.
- La muerte de Genghis Khan.
Varios pasajes del Historia secreta aparecen en versiones ligeramente diferentes en la crónica de Mongolia del siglo XVII Altan Tobchi ("Resumen dorado").
Los estudiosos de la historia de Mongolia consideran que el texto es muy importante por la gran cantidad de información que contiene sobre la historia. etnografía, lengua, literatura y aspectos variados de la cultura mongol. En términos de su valor para el campo de los estudios lingüísticos, se considera único entre los textos mongoles como un ejemplo libre de la influencia de Budismo prevaleciente en textos posteriores. Es especialmente valorado por sus descripciones vívidas y realistas de la vida tribal diaria y la organización de la civilización mongola en los siglos XII y XIII, complementando otras fuentes primarias disponibles en el persa y chino.
En la cultura mongola, son muy destacables sus característicos cantos.
El arte mongol denominado khoomei ("canto de garganta") o coro hooliin es una forma de cantar en la que el intérprete emite simultáneamente dos voces: una aguda (armónicas) y otra grave continua (bordón), produciendo esta última con la garganta. Los cantantes de khoomei actúan solos o en grupo.
Esta variedad de canto se practica hoy en comunidades mongolas de diversos países, sobre todo en Mongolia Interior (norte de China), Mongolia y la República de Tuva (Federación de Rusia).
Ejecutado tradicionalmente con motivo de la celebración de ceremonias rituales, este canto es una expresión de respeto y alabanza de la naturaleza, de los antepasados y los grandes héroes del pueblo mongol. Las manifestaciones de esta expresión artística se reservan para eventos especiales y actividades colectivas, como carreras de caballos, certámenes de arqueros, torneos de lucha, banquetes y ritos sacrificiales. También lo cantaban mientras salían con el ganado o dentro de las yurtas (tiendas) para adormecer a los bebés. El momento y el orden de ejecución de las canciones suelen estar estrictamente reglamentados. El khoomei se ha considerado durante mucho tiempo un elemento esencial de esta cultura y sigue siendo un símbolo de identidad nacional o étnica. Este arte vocal no es solo una ventana de apertura a la filosofía y a valores estéticos del pueblo mongol, sino que desempeña un papel de emisario cultural al promover el entendimiento y la amistad entre China, Mongolia y Rusia. Añadiendo que el khoomei ha merecido una atención universal como forma de expresión musical única en su género.
Para descubrir los mecanismos involucrados en el canto de la garganta, unos especialistas de Ariona grabaron a tres cantantes en una cabina de sonido y tomaron una serie de imágenes de resonancia magnética de uno de los artistas. Con este material, pudieron reconstruir la forma del tracto vocal, modelar y simular el sonido. "Estos cantantes están usando sus tractos vocales como instrumentos musicales", apunta el coautor del análisis.
"Encontramos dos ubicaciones (involucradas): una, justo detrás de los dientes superiores, en la que es necesario usar la lengua; y otra, en el área cercana a la parte posterior de la boca, donde empieza la garganta", indica.
"Lo interesante de este tipo de canto de garganta es que hace algo diferente. Es un sonido muy inusual que no se escucha en otras formas de canto", escriben los investigadores.
Las aves y algunas ranas pueden producir sonidos distintos, pero hay pocos humanos en el mundo que sepan realizar este canto de garganta. La cuestión era descubrir cómo los intérpretes de khöömei podían producir dos tonos si no tienen dos juegos de cuerdas vocales.
En los humanos, estas son las que producen sonido al vibrar, creando un zumbido. Si las cuerdas vibran más rápido o lento, determina si se produce un sonido de tono alto o bajo.
"Cuanto más rápido vibran, más alto es el tono de la voz. Pero también producen una serie de armónicos. La boca y la lengua dan forma a estos armónicos, creando resonancias en ciertas frecuencias llamadas formantes. Las vocales en el habla humana están determinadas por los primeros tres formantes: F1, F2 y F3. Cada formante suele ser distinto pero, según explican los investigadores, estos cantantes de garganta puedne fusionar múltiples formantes para crear uno extremadamente agudo.
"Son capaces de hacer este sonido a través de un control muy preciso de su tracto vocal", afirma Bergevin.
"Una construcción clave ocurre cuando la punta de la lengua casi toca una cresta en el techo de la boca, mientras que una segunda constricción se forma por la base de la lengua", señalan. "Potencialmente, cualquiera podría aprender a hacer esto", concluyen. "Pero requiere mucha práctica".
La danza también es primordial en Mongolia. Generalmente acompañadas de un enorme cielo azul y vastas praderas verdes en la pantalla de fondo, estas danzas enfatizan los movimientos grandes de brazos y su coordinación con las muñecas y los hombros.
La etnia es conocida por su afinidad con los caballos, entonces no sorprende ver que la danza tradicional de este grupo nómada esté repleta de movimientos similares a los equinos. Pasos que asemejan el galope suave de un caballo, saltos que imitan a un caballo encabritado, el montar a caballo y la vida de un jinete sirven de inspiración para movimientos impresionantes. Los mongoles también reverencian al águila, y los movimientos amplios de los brazos inmediatamente nos recuerdan la asombrosa envergadura de esta ave desplegándose en un cielo ilimitado. La hospitalidad es importantísima para el pueblo mongol, y se hace notar claramente en sus danzas. Las danzas mongoles generalmente incluyen cuencos, tazas de vino y hasta manojos de palitos como utilería para la danza. Sus danzas estallan de brío, agilidad, efervescencia y entusiasmo.
Lucía Braña. 🌞